EXITENCIALISMO
MARTIN HEIDEGGER
¿NACIMIENTO DEL PENSAMIENTO
EXISTENCIALISMO?
el pensamiento causó un gran impacto debido a que en el contexto en el que estaban (entre guerras, con la economía por los suelos y con gran parte de la población diezmada todavía por los proverbiales estragos del conflicto bélico), la mayoría de la sociedad asistía aún perpleja al cruento espectáculo del conflicto armado, incapaz de dilucidar qué podría haber provocado un fenómeno tan devastador, arrastrando consigo al conjunto de las civilizaciones (la batalla, el progresivo individualismo del ciudadano, la cada vez mayor preponderancia de la economía , etc.).
No obstante, este pensamiento surge como una proposición contestataria al pacato pensamiento civil, conminando al individuo a percatarse de que era dueño de su propio destino, pero al mismo tiempo indicando que era en sí mismo, en su propia individualidad consciente, donde se urdían tanto sus éxitos como sus fracasos, haciéndolo necesariamente responsable de sus actos. Este antropocentrismo exacerbado echaba por tierra cualquier posibilidad de culpar al entorno de la destrucción del mismo, en un revisionismo que vinculaba al hombre con su capacidad cognitiva de manera decisiva.
De este modo, se aboga por reponer el raciocinio (o, más llanamente, el sentido común) en el ser humano, alegando que, dotado de la capacidad de razonar y analizar desde un sistema lógico su realidad más inmediata, su misión era reconstruir desde el pensamiento la sociedad que había destruido su exceso de vehemencia e impetuosidad, alentándolo a hacerse cargo de su propio destino una vez más.
CLASES DE LA FILOSOFIA DEL
EXITENCIALISMO
EXISTENCIALISMO CRISTIANO Y ATEO
Existe una gran diferencia entre el existencialismo cristiano y ateo, ya que difieren en sus puntos de vista pero sobre todo en una concepción muy distinta de lo que es y debe hacer el ser humano en su vida.
El existencialismo cristiano nos presenta la
idea del hombre racional según la concepción
griega que se
alimentó durante la Edad
Media inculcándonos que de Dios nacía lo
racional, donde el hombre era capaz de reflexionar y controlar sus
impulsos. Según este existencialismo hay unos valores y principios
universales que nos ayudan para guiar nuestra vida hacia el camino del
bien; todas las personas creen en Dios como el creador de todo lo que
existe en la tierra, no hay angustia porque saben que Dios nos ayuda a
llevar una vida tranquila, hay muy poca libertad, las personas actúan
por lo racional.
Existencialismo Agnóstico
El agnosticismo es la posición filosófica según la cual es imposible conocer sobre la naturaleza o la existencia de Dios. El término fue acuñado en 1869 por Thomas H Huxley del griego agnostós ("no conoscible") para referirse a su propia convicción de que es imposible el conocimiento en muchas materias religiosas. El agnosticismo, por lo tanto, se refiere a cuestiones de Epistemología, ó teoría del conocimiento humano; considera válido solamente el conocimiento proveniente de una experiencia corriente e inmediata. El agnosticismo es distinto tanto del ateísmo como del escepticismo: los ateos rechazan la creencia en la existencia de Dios, en tanto que los escépticos tienen la fuerte sospecha o estimación probabilística de que Dios no existe. Los agnósticos se niegan a hacer tales juicios.
MARTIN HEIDDEGER
Filósofo alemán. Discípulo de Husserl, su indiscutible
preminencia dentro de la filosofía continental se ha visto marcada
siempre por la polémica, sobre todo la de su adhesión al régimen
nacionalsocialista, manifestada en el discurso que pronunció en la toma
de posesión de la cátedra en la Universidad de Friburgo (1933). La
renuncia a la cátedra, muy poco después de ocuparla, no evitó que en
1945 fuera destituido como docente en Friburgo, tras la ocupación de
Alemania por los aliados.
Sólo en el año 1952 se reincorporó, si bien su
actividad académica fue ya mucho menos constante. Aunque recibió de
algunos de sus discípulos, como Marcuse, la sugerencia insistente de que
se retractara públicamente de su discurso de 1933, el filósofo
desestimó el consejo y nunca quiso dar explicaciones. Si bien para
algunos es imposible abordar su obra sin reservas, la mayoría de
filósofos y estudiosos actuales prefieren tomar el trabajo de Heidegger
en su sentido estrictamente filosófico, que no resulta menos
controvertido. Desde la filosofía analítica, su obra ha sido criticada
con dureza, sobre todo por Carnap. Pero el pensamiento heideggeriano
también ha suscitado adhesiones entusiastas: así, la filosofía francesa
de las décadas de 1960 y 1970 (Derrida, Lévinas, Ricoeur) admiró la
capacidad de precisión de su lenguaje, así como su aportación al
discurso humanístico.
La obra de Heidegger suele entenderse como separada en dos períodos distintos. El primero viene marcado por Ser y tiempo,
obra que, pese a quedar incompleta, plantea buena parte de las ideas
centrales de todo su pensamiento. En ella, el autor parte del
presupuesto de que la tarea de la filosofía consiste en determinar plena
y completamente el sentido del ser, no de los entes, entendiendo por
«ser» (aunque la definición de este concepto ocupa toda la obra del
autor, y es en cierto sentido imposible), en general, aquello que
instala y mantiene a los entes concretos en la existencia.
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